Pius XII to the Master of the Order of Preachers
Beloved Son, greeting and Apostolic Benediction.
Beloved Son, greeting and Apostolic Benediction.
1. Como todos los años, habéis rezado el santo rosario, contemplando en particular el misterio de la visita de María a santa Isabel, que la liturgia nos propone celebrar hoy. Así habéis querido concluir el mes de mayo ante la gruta de la Virgen de Lourdes, en los jardines vaticanos. Me uno espiritualmente a vosotros y os saludo con afecto.
No solamente una vez hemos afirmado -como recientemente lo hemos hecho en la Carta Encíclica Divini Redemptoris, que a los males cada vez más graves de nuestro tiempo no se puede dar otro remedio que el del retorno a Nuestro Señor Jesucristo y a sus santísimos preceptos. Sólo Él tiene palabras de vida eterna[fn]Juan 6, 69.[/fn]; y ni los individuos ni la sociedad pueden hacer cosa alguna que pronto y miserablemente no decaiga, si dejan aparte la majestad de Dios y repudian su ley.
Reunidos en Roma con ocasión del jubileo de los obispos, en el primer sábado del mes de octubre no podíamos menos de orar juntos ante la Virgen, que el pueblo de Dios venera en este día con el titulo de Reina del Santo Rosario.
A la Madre de Cristo suelen los fieles entretejer con las oraciones del Rosario místicas guirnaldas durante el mes de octubre. Aprobándolo vivamente, a ejemplo de Nuestros Predecesores, invitamos este año a todos los hijos de la Iglesia a ofrecer a la Beatísima Virgen peculiares homenajes de piedad.
I. MOTIVOS DE OPRESION